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Reúne documentos de Alejandro del Conte que registran tanto su vida personal/familiar como profesional. Entre los documentos personales se encuentran una gran cantidad de fotografías familiares en diferentes soportes que registran paisajes, personas y arquitectura de diferentes lugares sumado a correspondencia recibida. Del ámbito profesional, documentos administrativos, correspondencia, afiches y revistas, entre otros, que dan cuenta de su recorrido laboral y profesional por la Revista PBT, Film Gráfico, Farmacia Gibson, Correo Fotográfico Sudamericano, la película "La barra de Taponazo" y la participación en fotoclubes, como esferas sobresalientes.

Luego de la muerte de Alejandro Del Conte, su esposa y su hijo continuaron a cargo de la revista Correo Fotográfico Sudamericano. Por esta razón pueden encontrarse documentos administrativos, recortes periodísticos sobre la muerte de Alejandro del Conte, documentos del Concurso Fotográfico organizado en homenaje a Alejandro Del Conte en noviembre de 1952 y correspondencia dirigida a Angelina y Estanislao. Así como también fotos familiares y laborales de Estanislao. Hay además un valija con documentación que perteneció a una tía de la familia, hermana de Angelina, de nombre Teresa, con archivos personales (escritos y fotografías) y correspondencia. La documentación de estos tres familiares ha sido organizada como subfondos. En la casa de Lavalle 332 se encontraba también una caja con documentación personal del casero José Antonio Amaya, la cual fue organizada como un fondo aparte.

Este fondo se compone de 4867 fotografías estereoscópicas en vidrio y una veintena de copias positivas monoscópicas en papel a la gelatina de plata en diversos formatos.

Los documentos fueron producidos por Bernardo Croce entre los años 1910 y 1937, constituyen el registro de sus viajes por Argentina y el extranjero, en un arco geográfico que pasa por Uruguay, Chile, Brasil, China, Francia, Italia, Alemania, la Península Escandinava, Dinamarca, Hungría o Checoslovaquia, además de un amplio abanico de colonias europeas en África y el Sudeste asiático.

La diversidad de temas que abarca esta documentación es correlativa a la geográfica, encontramos retratos del autor y sus acompañantes en situaciones diversas, paisajes, arquitecturas emblemáticas por su importancia histórica o su carácter innovador, salas de museos y monumentos en espacios públicos y construcciones de infraestructura portuaria, caminera o ferroviaria que dan cuenta de la transformación del paisaje por la modernidad. Croce retrató rituales, fisonomías y escenas cotidianas de tribus de Asia y Europa, así como también registró temas de actualidad, como la visita del príncipe de Gales a Buenos Aires y las multitudes de la Italia fascista.

La Colección Colección Carte de Visite y Portrait de Cabinet argentinos está integrada por retratos de estudio y en exteriores, tomas amateur y algunas fotografías de arquitectura, fechados entre los años 1855 y 1930.

Estos documentos son copias fotográficas seriadas conocidas como carte de visite y portrait cabinet, dos formatos característicos de la producción fotográfica de este período que respondía a la práctica de origen aristocrático, reformulada por la burguesía decimonónica, de entregar “tarjetas de visita” con el nombre y las señas del remitente a fin de formalizar un lazo social.

Procedente de diversas colecciones adquiridas por separado, el grueso de este conjunto documental fue producido en la Argentina, lo que ofrece un interesante panorama de las prácticas de producción, circulación y recepción de estos formatos fotográficos desarrollados durante ese período en nuestro país. Al centrarse mayoritariamente en los procedimientos de exposición y copiado múltiple que tuvieron difusión internacional desde mediados del siglo XIX, este acervo resulta particularmente representativo del fenómeno de popularización de la fotografía y especialmente del retrato, cuyos modos de producción se abarataron y estandarizaron en esos años a niveles inéditos hasta entonces. En el marco de una reformulación radical de los vínculos entre arte, ciencia e industria, la imagen inició durante este período un proceso definitivo de masificación y mecanización que tendría profundas consecuencias en la cultura visual de los siguientes 150 años.

El fondo César Sánchez Bonifato, compuesto por 1598 unidades documentales, reúne dos conjuntos diferentes conservados por él. Por un lado, las fotografías producidas por el fotógrafo profesional Ramón Ruda Dorrego quien tuvo uno de los principales estudios fotográficos en el noreste argentino en la ciudad de Posadas y por el otro las fotografías y escritos personales producidos por el historiador y gobernador interino de Misiones Julio César Sánchez Ratti, padre de César Sánchez Bonifato. Ambos conjuntos documentales han sido considerados como dos subfondos diferentes. De las 1598 unidades documentales 433 corresponden al subfondo de Ramón Ruda Dorrego y 1165 al de Julio César Sánchez RattI.
Las fotografías de Ramón Ruda Dorrego y las de Julio César Sánchez Ratti dan cuenta de la vida social de Misiones desde la década de 1920 hasta la década de 1940. Incluyen álbumes y fotografías en soporte vidrio, plástico y papel que muestran la la inmigración y el intercambio cultural entre Argentina, Brasil y Paraguay, como así también el paisaje de la zona en esa época.

El fondo se encuentra dividido en tres grandes secciones. Una primera referida al "baúl norteamericano" y la segunda al trabajo comercial en Argentina. En la primera puede hallarse la correspondencia mantenida por Olds con sus padres y amigos entre 1876 y 1904, las fotografías familiares y de su trabajo inicial en EEUU, placas de vidrio, ferrotipos y albúminas. También libretas, un diario personal cientos de fotografías positivas en papel con registros de su viaje inicial de 1889 entre Nueva York y Valparaíso.

Con respecto a su trabajo comercial en Argentina se distinguen dos grandes conjuntos en su labor profesional: por un lado, la fotografía comercial e institucional por encargo y la "colección general", por el otro. Esta última consiste en una serie de imágenes que Olds fue tomando a su voluntad y que luego ofrecía a la venta. Estos negativos en placas de vidrio y nitrato de celulosa Olds los organizó a la manera de lo que conocemos como un banco de imágenes. Este fue Identificado de cinco maneras distintas. En su primera época, que va aproximadamente desde 1899 hasta avanzada la primera década del siglo XX, pegaba sobre la emulsión una delgada tira de papel traslúcido; a partir de 1915 pareciera que grababa las letras en rojo, también del lado de la emulsión y posteriormente utilizaba tinta china con una prolija tipografía a mano alzada. Estas tres maneras corresponden en su mayor medida a lo llamado tipos y costumbres, que incluyen vistas, retratos y escenas. Claramente diferenciado se encuentra la otra parte del archivo realizado por encargo, que es un registro del campo argentino de los comienzos del siglo XX. Aquí Olds rotulaba los negativos, utiliza en algunos casos numeración hecho con un punzón y en otras, tinta roja. Algunas de estas placas tienen hasta 3 distintos números en la base de la imagen.

La tercera sección reúne documentación sobre Harry Grant Olds reunida por los diversos propietarios del archivo e investigadores que lo consultaron. Vale destacar una colección de tarjetas postales reunidas por John Waldsmith y Alfredo Srur con fotos de Olds.

El fondo Luis Müller reúne dos conjuntos documentales conservados por él y pertenecientes a su familia. Por un lado, las fotografías en placa de vidrio y albúminas sobre cartón producidas por su abuelo Juan S. Müller entre 1880 y 1916, referente a su vida en las islas del delta de Tigre así como de la ciudad de Buenos Aires y de sus viajes por Mendoza y Córdoba. Se incluyen también los documentos escritos: cartas personales y los Estatutos y Reglamento de la Sociedad Fotográfica "Niepce" y el boletín N°24 de la Sociedad Fotográfica Argentina de Aficionados. Por otro lado, las fotografías en soporte plástico y papel del padre de Luis: Adolfo Müller, tomadas entre 1917 y 1922 y centradas también en la vida del Delta. Ambos conjuntos documentales han sido considerados como subfondos.